miércoles, 27 de mayo de 2009

José-MIguel Ullán. Un nuevo adiós en la poesía española



No puedo dar crédito al titular de El País. Al principio me lanzo a leer el artículo, llamativo con la fotografía de Ullán rodeado de libros, y el titular me golpea salvajemente los ojos. Había fallecido el viernes 22 de mayo. El lunes leo la noticia. Tengo su obra completa, Ondulaciones, en la mesilla de noche. Este libro ha viajado conmigo desde el año pasado. Tiene los lomos manchados por el uso y papeles entre sus páginas señalando diversos poemas. Junto con Esta luz, de Antonio Gamoneda, son los libros más visitados por mi en los últimos años. (Poseo una edición de los poemas de Octavio Paz, firmada por él en El Escorial cuando asistió a los cursos de verano de 1994, que está guardada bajo llave. Es el gran tesoro de mi biblioteca. Creo que incluso el bolígrafo con que firmó está junto a él). Como iba diciendo, estoy leyendo estos días la introducción que Miguel Casado preparó para las obras completas de José-Miguel Ullán, publicadas por Galaxia Gutember/Círculo de Lectores. Siguiendo con el artículo que publicó el lunes el diario El País, al observar la fotografía de Ullán, en blanco y negro, me recordó a Kevin Kostner. (El domingo pasaron por la primera cadena Mr. Brooks). Era un tipo interesante. Así, sin conocerle de nada. Mirando sus ojos y recordando sus poemas. En el siguiente enlace, otros más capaces que yo, hablan de esta figura poco común dentro de las letras españolas. Yo sólo alcanzo a dedicarle estos versos propios.

La luz es vértigo que desordena.


Tú que te acercas al estampido
de las palabras,
cumple la voluntad del suero,
aparta la felicidad de tus pupilas.


Rema infame hasta los sacrificios.


Este dolor también ama y te sorprende.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Adios/poeta/transversal/elpepicul/20090525elpepicul_5/Tes

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